El otro día veía una película en la que hablaban de un ladrón de cajas fuertes que sólo las abría por el placer de ver cómo encajaban las piezas en el momento de desbloquearlas. La perfección del sistema en cuanto encajaba le parecía mágico, tan mágico como el equipo que ha estado esta semana en Congo, dos cirujanos que no se conocían, una de ellas, Maite, nueva en nuestras expediciones, han logrado operar ni más ni menos que a 379 personas. Unos máquinas que han hecho lo imposible y que, junto al resto del equipo, han encajado tan bien que han logrado hacer lo que algunos llamarían magia, pero nosotros vamos a llamarlo, trabajo bien hecho de forma totalmente altruista.
Mil mil gracias por todo. Pasé una semana absolutamente increíble y con el corazón lleno de felicidad. Antes de ir no dimensionaba el impacto que podíamos tener y fue un placer inmenso poder formar parte de ello. Mil gracias a todos, y hasta pronto.
Isabela Romero – Voluntaria de Campo
Este viaje ha sido una experiencia genial para mi en todos los aspectos. Sois personas únicas que tenéis un corazón enorme y por eso salen las cosas así de bien y dais la vida a tantas personas.
No puedo más que decir «gracias”. Y que nos vamos a volver a encontrar seguro en otra expedición.
Marta – Voluntaria de Campo