Llegó el día…
Después de muchos meses de parón forzado por la pandemia, en el mes de noviembre del 2020 leímos un post en Facebook del éxito de una expedición de la Ruta De la Luz y Dentistas Sobre Ruedas en Missirah (Senegal). Nos pusimos en contacto con ellos para averiguar cómo lo habían hecho y enseguida nos ofrecieron su disponibilidad para hacer algo juntos. Gracias por la confianza.
La verdad es que ha sido una expedición muy emocionante de organizar, María y yo nos mirábamos todos los días y nos decíamos… ¿Se nos olvida algo? La normativa de viajes cambiaba muy a menudo, que si cuarentenas, que si PCR, que si vacuna, que si pasaportes, en fin…. Lo más gratificante fue la ilusión que nuestros colaboradores habituales demostraron, cuando les decíamos que volvíamos a las expediciones. Increíble la respuesta del equipo de Air France, gracias, Vanessa, Rober y Adolphe, sin duda somos muy fans de vuestra compañía… Al equipo de Transeaba (maleteros en el aeropuerto), que a pesar de lo duro que ha sido la pandemia para su actividad, nos brindaron toda su ayuda. Nos emocionan.
Quiero aprovechar estas líneas para darle las gracias a todo el equipo de Mango. No os imagináis lo importante que es saber que estáis ahí.
Vuelo a Paris, todo perfecto en hora. Seguimos a Dakar, viaje largo pero las películas y la emoción nos mantienen entretenidas (no es feminismo es que todas éramos mujeres). Llegamos a Dakar y son veinte maletas y sólo cinco de nosotras, así que cada una tenía que llevar en un carro 4, más la suya de mano y su mochila. Así que hacemos un Tetris y misión cumplida. 100 metros más adelante hay que desmontar el Tetris para pasar las maletas por un escáner, mientras unos cuantos “robustos” militares nos miran con cierto asombro ¿a ver cómo lo hacen? Desmontamos el Tetris lo volvemos a montar, en esta ocasión se caía alguna que otra maleta del carro, pero por fin llegamos al coche donde el equipo local de Dentistas Sobre Ruedas (DSR) nos ayudan. Hacemos noche a una hora del aeropuerto para la mañana siguiente seguir hacia Missirah. Cuatro horas de coche, pero finalmente llegamos… Todo el equipo que nos estaba esperando se puso a nuestra disposición para convertir la sala que nos habían cedido en un quirófano. Misión cumplida y a descansar.
La rutina se establece en nuestras de vidas de lunes a viernes. Desayuno a las 7.00 am y a las 7.30 am rumbo al quirófano, descanso de 15 minutos para comer algo rápido y vuelta al quirófano.
Han sido 127 cirugías y la satisfacción de haber podio ayudar a tanta gente. Pero lo que nos anima a seguir con nuestra labor es la situación tan injusta que existe para tantos millones de personas en el mundo donde la salud visual no es un derecho. Con todos los problemas que esto conlleva para poder llevar una vida digna y contribuir a los objetivos del desarrollo sostenible. Fundación Elena Barraquer renueva su compromiso de luchar contra la ceguera evitable causada por cataratas y os animamos a todos a que lo hagáis con nosotros.
Un abrazo