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Guinea Conakry, un magnífico equipo de voluntarios

Guinea Conakry, un magnífico equipo de voluntarios

Hola a todos,

Soy Álvaro Rodríguez-Ratón, oftalmólogo en Bilbao y Getxo, y os quiero contar mi experiencia con la Fundación Elena Barraquer en Guinea Conakry para animaros a participar del modo que podáis con esta iniciativa.

La misión que desarrollamos duró una semana y consistía en atender al máximo de pacientes que los oftalmólogos locales habían seleccionado para ampliar la exploración y verificar si podían beneficiarse de algún tratamiento contra sus problemas visuales. Aunque nos resulta increíble en España, muchos de esos pacientes acudían ciegos por cataratas.

Esta enfermedad es la primera causa mundial de ceguera reversible pero en ciertos países como Guinea Conakry, no tienen acceso a las técnicas de cirugía mediante facoemulsificación. Por lo tanto, una pequeña parte de la población accede a métodos de corrección rudimentarios o en el caso de la inmensa mayoría de personas sin recursos, se ven abocados a la ceguera. Sobra decir lo invalidante que ésta situación es en un país no adaptado para la vida con baja visión.

Por todo ello, la atención que hemos prestado ha sido especialmente útil y ha mejorado de una manera rápida la calidad de vida de cientos de personas. Es muy esperanzador pensar que con un granito de arena podemos ayudar a equilibrar un poco la balanza tan injusta por la que tantas personas se ven abocadas a la ceguera.

Además de los beneficios evidentes para la población local, creo que participar en estas actividades nos permite desconectar de nuestra rutina habitual para poder observar desde un tercer plano nuestras prioridades diarias y compararlas con las de otras personas que viven otra realidad. Por lo tanto, hay que agradecer a la Fundación Elena Barraquer el trabajo que hace por mejorar las vidas de las personas sin visión en el tercer mundo, pero también la oportunidad que nos da a todos de ser solidarios y de cambiar nuestras vidas mostrándonos otras realidades.

Por último pero no menos importante, es de resaltar el magnífico equipo de voluntarios que nos han acompañado en esta misión. Se han creado lazos de amistad y comprensión que difícilmente podrían tejerse en condiciones normales, y que ayudan a enfrentarse a todas las adversidades con una sonrisa.

Muchas gracias a la Fundación Elena Barraquer y muy especialmente a la propia Elena, alma del proyecto; sirvan estas palabras para animaros a todos a colaborar en el modo que podáis en estas actividades tan necesarias para todos.

Álvaro Rodríguez-Ratón
Oftalmólogo especialista en cirugía refractiva